Una tradición que se pierde poco a poco con los años , pero a que algunos vecinos siguen reviviendo.
Un par de hogueras conmemoraban la festividad de «Sant Antoni», años atrás eran varias las que se construían entre los más jóvenes de la localidad. En los últimos años la tradición se ha perdido y sólo dos, la que se sitúa delante del Pub Kavern y la que se realiza por miembros de la Parroquia de Mequinenza, continúan activas.
Tradición:
La fiesta de Sant Antoni constituye una serie de celebraciones que procede a la segunda quincena de enero, la llamada semana de los barbuts, de la que forman parte también las fiestas de San Pablo ermitaño, el 15 o San Vicente mártir, el 22. La razón de esta denominación se encuentra en la iconografía de estos santos, representados siempre con barba. Algunos autores, sin embargo, la han relacionado con rituales pre-cristianos entorno del hombre salvaje, el genio de la montaña, que puebla la simbología de estos momentos en toda Europa.
El aspecto purificador de la fiesta de Sant Antoni, que lo acerca a las fiestas del Carnaval, queda cumplido con las hogueras que a menudo son preparadas y encendidas por los jóvenes solteros, hoy los quintos.
La fiesta de San Antonio ha sido, sin duda, la celebración más importante del ciclo invernal. En sus contenidos se encuentran, a menudo, restos de rituales de purificación y de fertilidad propios del Carnaval. En muchas poblaciones, se había considerado este día como el inicio del ciclo festivo del carnaval, poniéndose en marcha otras prácticas festivas que duraban hasta la entrada de la Cuaresma.